Investigación realizada por Ludmila Crippa

4. Medida

Por Roberto Lombardi.

Cómo se ve afectada la configuración de una forma por sus medidas?. Hay por lo menos dos modelos muy valorados en la actualidad, aparentemente opuestos: el modelo fractal (la forma puede atravesar los cambios de tamaño sin cambiar de configuración) y el modelo físico (el comportamiento de un objeto cambia si cambia de tamaño, porque esto afecta necesariamente de diferente manera a distintas propiedades del objeto). Si preferimos evitar vernos en la situación de descartar alguno de los dos modelos, desplacemos el problema: qué necesitamos ajustar en un procedimiento formal si cambian las medidas de su objeto de trabajo?.
En la arquitectura la forma está afectada por el tamaño, fundamentalmente porque los objetos producidos por los arquitectos -a diferencia de otros objetos de producción intelectual- tienden a tener (aún cuando no se construyan) determinada dimensión. Además, la medida excede a las propiedades cartesianas (ancho, largo, altura) para afectar también al peso y a otras propiedades. Las dimensiones, para volverse mensurables, se pueden referir a una escala. Muy genéricamente, la escala es una cualidad que resulta de la comparación entre una medida que funciona como referencia y otra que es referida a ella. En general, en arquitectura se ha empleado la escala como criterio para comparar las dimensiones de una forma con una dimensión exterior a ella, empleada como patrón. Ese patrón puede ser convencionalmente el metro, por ejemplo, aunque puede ser también una medida comparable en otra forma de la misma obra (la altura de una columna se compara con la altura de otra columna de la misma obra y resulta mayor o menor), o con otra obra vecina, o con cualquier patrón relevante. Convencionalmente, se presenta con una razón numérica (1:100) cuando se la emplea en gráficos, o cuando se la considera para medir una forma (que algo mida 4,5 metros quiere decir que comparado con el metro patrón es 4,5 veces más grande); aunque también la escala puede asociarse a algunos adjetivos (grande, chico, enorme...).
Las cualidades de escala en una forma dependen indudablemente de sus características -su configuración, la posibilidad de distinguir partes, las dimensiones constructivas de ellas- pero también del modo de fijar la atención sobre la obra (lo que podríamos llamar enfoque, correspondiendo al procedimiento fotográfico).
Si en ese enfoque aisláramos una parte, y quisiéramos considerar sus medidas sin compararla a un patrón externo, podríamos recurrir a la proporción. La proporción de una forma es la cualidad que resulta de comparar dos dimensiones, por ejemplo, ancho y altura. Frecuentemente se la presenta como una razón numérica (1/4), pero también puede estudiarse a partir de describirla con algunos adjetivos (esbelta, alargada, gorda, cuadrada...).
Una vez reconocida como cualidad, puede someterse a otra clase de ejercicios comparativos. Es bastante frecuente ver ejercicios hechos por arquitectos (por ejemplo Le Corbusier y Palladio, por citar a algunos muy paradigmáticos) donde se desarrollan continuidades de proporción a través de cambios de escala (la proporción de una ventana corresponde con la proporción de una habitación que a su vez corresponde con el perímetro de toda la construcción, etc.)
El movimiento a través del enfoque permite entonces precisar la comparación entre lo particular y lo general, suspendiendo momentáneamente la habitual subordinación que parece ligarlos. La medida aparece entonces como un instrumento para desarrollar estas relaciones entre parte y todo (proporción, escala, etc) comparando su reacción (variada, semejante, contrastada) ante distintos enfoques.